Estaba en mi taller, pasando la mano por la suave curva del tambor que acababa de terminar. La madera de Palo Santo desprendía su aroma sagrado, mezclándose con el toque terroso del cuero crudo. Se sentía vivo, conectado a algo antiguo y auténtico.
Mientras admiraba mi trabajo, entró Isla. Llevaba su típica taza enorme de té, que siempre traía consigo cuando me visitaba. Isla era una de mis amigas más cercanas, alguien que siempre hacía preguntas—a veces reflexivas, otras que me hacían pensar si vivía en un mundo completamente distinto. Hoy era uno de esos días.
—Wow —dijo, sus ojos brillando al ver el tambor—. ¿Usaste… IA para hacer esto?
Parpadeé. —¿Qué?
—Ya sabes, IA. Como ChatGPT o MidJourney. ¿Te ayudaron a diseñar el tambor? ¿A calcular la tensión? ¿O quizá… a imprimir el marco en 3D?
Por un momento, pensé que estaba bromeando. No lo estaba. —Isla —dije, despacio y con calma—, tallé el marco. Y tensé el cuero crudo sobre él. Con mis manos. No hubo robots involucrados.
Ella tomó un sorbo de su té, poco convencida. —¿Pero estás seguro? La IA está en todas partes estos días. Podría haberse colado sin que te dieras cuenta.
La miré, sin palabras. Entonces se me ocurrió una idea y no pude resistirme. Apoyándome en el tambor, dije con la cara más seria que pude poner:
—Tienes toda la razón. Este tambor fue hecho con IA.
Sus ojos se abrieron como platos. —¡Lo sabía!
—Oh sí —continué, asintiendo—. Primero, ChatGPT me aconsejó sobre la resonancia espiritual de la madera de Palo Santo. Luego usé MidJourney para crear el diseño perfecto. ¿El marco? Precisión láser guiada por IA. Y finalmente… —hice una pausa dramática— …lo bendijo un chamán digital en la blockchain.
Ella jadeó, casi derramando su té. —¡Es genial! ¿Está conectado a un NFT o algo así?
—Por supuesto —dije, dando unas palmaditas al tambor—. ¿Y el cuero crudo? Tiene aprendizaje automático integrado. Cada vez que lo tocas, el tambor se vuelve más inteligente.
Ella se aferró a su taza, maravillada. —Esto es revolucionario. ¡La gente pagará una fortuna por esto! ¿Tambores hechos con IA? ¡Estás adelantado a tu tiempo!
Mientras se alejaba, murmurando sobre “vibraciones blockchain” y “paisajes sonoros NFT,” sacudí la cabeza, sonriendo. Levanté el tambor, su peso conectándome a la realidad, y murmuré:
—Hecho con IA. La próxima vez, le diré que programé a las cabras.
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